Sifnos
Una joya en algún lugar del mar Egeo.
Un mito, un libro completo con rocas, belleza, comida deliciosa, cerámica divina y vida elegante.
Rendidos al viento que trae aromas del mar, además de la alta gastronomía isleña, Sifnos tiene la capacidad de hacernos olvidar el regreso, de sentirnos como un niño pequeño en una pastelería: ¡¡queremos probarlo todo !!
La isla con sus 369 iglesias e innumerables fiestas huele a mirra y tomillo y muestra sus bellezas bajo la deslumbrante luz apolínea.
Tumbados, nadando, dando largas caminatas, divagando, excelente comida, bebidas, bailes, abrazos y besos… ..y sobre todo el sol ardiente …… ¡¡Hace calor !!
Esto es Sifnos: ¡la refinada dama cicládica!
Y mientras estás acostado en la playa, tomando el sol y bebiendo tu café helado, de repente ves al amor de tu vida ... Y de repente lo pierdes ... ya sea entre la multitud o en algún lugar entre las olas ...
¡¡Un pequeño consejo!!
No empieces a buscarlo por las playas de la isla y, por supuesto, mantente alejado de las olas. Una cosa es segura. Lo volverá a ver por la noche en el "Steno" (callejón central).
¿Y dónde está exactamente "Steno"? Pero claro, en Apolonia la capital de la isla. Pasa la noche entrando y saliendo de los bares de moda y escuchando Jazz, Soul, Rock, música alternativa y convencional, bebiendo cócteles, raki o chupitos de sandía para conocer a los lugareños y aprender los secretos de la cerámica de los que están orgullosos.
“La arcilla es tierra y transfiriendo ideas a la arcilla le das vida a la tierra”, dicen.
Si hay un pueblo que definitivamente debes visitar es el Castillo, la antigua capital que conserva su forma medieval fortificada y sus “casas unidas”.
Esto es lo que te hace Sifnos. Te abraza de tal manera que sientes que este abrazo es solo para ti.
Sientes que la comida fue preparada solo para tu placer.
Esta relación se vuelve personal por sí misma. Aquí, el buen gusto en todo es la norma, no la excepción.
A diferencia de otros lugares, Sifnos no te roba el corazón sino que se convierte en parte de él.
Tienes un lugar para Sifnos en tu dolor y lo mantienes allí incluso cuando estás lejos recordándote la alegría de la vida.
Recordándote el soplo de aire fresco, la salvia y el jazmín, los deliciosos sabores que te alegran de las risas y la fiesta, de la gente local que amas.
Sifnos no es un lugar que visites.
Es un lugar al que siempre vuelves….